Matiz.... publicar cada noche como era mi intención no será fácil... coberturas imprevisibles.
Pero estoy viva.
Constataciones de hoy.
Constatación 1. El silencio ambiental es extraño.
Constatación 2. Las carreteras tienen muchas curvas.
Constatación 3. Los cámpings desiertos dan miedo.
Abandono hostal.
Objetivo. Desayunar en Vallclara.
Los pueblos que contienen mi nombre en su nombre me atraen.
Traicionera vanidad, dirán algunos.
Al llegar un casco y un quad acompañan a un veloz jovencito de 100 años.
Una familia al rico tractor recicla sus basuras.
Un edificio de antaño, con cabina telefónica made in London y English summer cartel en la puerta, me saluda alegremente.
Nada más. El silencio.
Camino. Busco bar. No hay.
Hay 1,2,3,4,5,6,7 paletas repartidos por el pueblo.
Un pueblo vivo.
Fuga a El Vilosell. Carretera de tres palmos. Música de radio y ni un coche.
Oh, bonito y además, me reciben.
6 ojos me miran llegar. 6 ojos me miran aparcar. 6 ojos me miran caminar. 6 ojos me miran saludar. 6 ojos me miran.
Me siento y pido y escucho.
“Iep…..” Pausa. Silencio. Responde el otro. “Iep……”. “Fa bo…..”. Pausa. Silencio sin respuesta. Más silencio.
Paseo por el pueblo. Sigo. Foto. Foto.
Carretera con curvas. Carretera con muchas curvas. Carretera con demasiadas curvas.
Al principio cauta. Ni un coche.
Luego me suelto. Ni un coche.
Una mano en el volante. Otra en el cambio de marchas. Freno reduciendo. Ni un coche.
Cambios de carril para tomar las curvas. Velocidad. Soy Carlos Sainz. Ni un coche.
Estoy poseída. Me mareo. Ni un coche.
Stop. Voy a pintar. Encuentro un barranco de rocas.
Me siento camuflada. Pinto. Viento. Rocas. Arranco.
Paso mil pueblos y tengo hambre. Pero no voy a parar.
Porcentaje de mujeres en cada pueblo 0%.
Porcentaje de temporeros bravíos de mirada que susto. 100%.
Llego a Mequinenza. Por el camino me he detenido.
Casas de adobe y castillos en ruinas. Graneros con cigüeñas y almacenes vacíos.
Foto y emoción. Foto y emoción. He llegado al Ebro.
Pájaros, río inmenso con islas y una carretera que bordea. Feliz.
Mequinenza es feo. Arriba hay un castillo. Eso sí.
Pero cambiaron el adobe por el ladrillo común y nadie se acordó de pintar las casas.
Como en un bar donde se habla francés.
Miro a viejita rockera con cien anillos de oro y ojos rodeados de lila cuidar a nieta angelical de lazo rojo y vestido mantel.
Visito a un cisne (si, es un cisne no una cigüeña) sin ala y decido que en el camping municipal no me quedo. Carretera con conversación de por aquí por aquí por allá por allá y me dirijo a un camping. El Lake Caspe.
Lo ví en internet. Pinta de fábula.
Llego. Pago. Entro. Pánico.
El vacío. Nadie. Mi furgoneta da vueltas entre tres caravanas.
Me detengo y miro. Entre las cortinas hay caras que me miran. Lo juro. Son viejitas.
Miro más. 3 pescadores rojizos, robustos y franceses me miran desde el bar.
Insisto. Pánico. No hay cobertura.
Media vuelta. Carretera. Búsqueda de cobertura. Una llamada.
“si mañana no os llamo es que he muerto”. Se ríen. Yo no.
Vuelvo al camping porque soy valiente, veo cartel de puerto deportivo y allí voy.
Lo que sea. Quiero irme al río. Una canoa. Perfecto. La alquilo. Me subo. Me voy.
Increíble nada. Ebro gigante y yo. Cigarrito y yo. Alguna lancha lejana y algún pato cercano. Respiro de nuevo. 1 hora.
Vuelvo. Todo es aparentemente más normal.
Ducha, contorsionismo de furgoneta, limpieza, caña, manzana, manta, adios.
Genial el pas de l'Ebre per Mequinensa.
ResponderEliminarValor! valor! Genial el teu vitatge.
Una abraçada ben forta, Clara. Explica les sensacions a Belchite. A pocs km de Belchite tens Cariñena, et recomano que passi per allà tb.
ignasi