El primer pensamiento al descubrir es que el fotógrafo quería primaveras.
Y saludó a photoshop y dijo esta será mi fiesta de la saturación.
Hola verde y azul natural. Una maravilla. Sonrisa.
El segundo pensamiento dedicado a las casas en triángulo.
Antes las odiaba. Que ruda. Las suizas, las llamaba yo.
Luego vinieron Meuron and and -que no creo fueran los primeros- y construyeron su casita para Vitra.
Y empezaron a proliferar las setas triángulares.
Yo, vendida, dije me gusta.
Y en eso estoy.
No me canso aunque ya las hay a mares.
Estas me gustan. Y ahora las llamo las holandesas.
Quizás porque un día por allí, vi una.
Tan primaria..
Aquí las dejo.
Aquí el enlace*
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