Lo que más me impacta al llegar a la Kaufmann House es el cartel que dice:
Private Property
No trespassing.
Armed Response.
Intuyo que el cartel no responde a la voluntad de ahuyentar a dos o tres posibles ladrones inofensivos.
Creo que obedece a temores mayores. La lucha contra una ingente y fanática marea de arquitectos con sus lapicitos y cámaras deseosos de invadir, violar, examinar, pisar y diseccionar una casa de Richard Neutra.
Superada la impresión y alejada mi voluntad de entrar, llega la emoción del esto me gusta unida a la decepción de está en obras lo que conlleva que mis fotografías vengan acompañadas de algún que otro pintor o tela anti manchas.
Creía que a día de hoy ya casi no valía la pena visitar edificios.
¿Para que si en los blogs salen de maravilla, no hay que desplazarse y además el paso del tiempo no hace mella en las fachadas?
Pues no.
La casa en su contexto me emociona.
Son los 46 grados. Los miles de grillos. Los cactus y las piedras ubicados todos en su lugar preciso. El sol. Las palmeras. Lo que veo. Lo que intuyo. Emoción.
Estas son mis fotos.. Sin duda no las mejores.
A quien no la conozca que indague. Sugiero.
Vale la pena.
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