Alucino. Freno. Giro. Vuelvo. Paro. Oh.
La última semana en las Américas decidí pasarla sola.
Despedidas y abrazos y a por mi coche, mis desiertos y mis cositas.
Me despierto en Barstow y el objetivo está claro. Route 66 que hay que verla aunque aunque...
Carretera, calor y adelante.
Como siempre y a riesgo perpetuo de acabar empotrada contra un cactus voy mirando aqui y allá y fotografíando aqui y allá a base de desaceleraciones y frenadas más o menos bruscas.
Música, momento despiste, quinta marcha y lo veo.
Oh. Oh. Oh.
Frenazo a 1.000 metros, giro de 180º y vuelta atrás.
Un bosque de cactus de cristal.
Me muero.
La digital y la reflex se pelean por resaltar y yo emocionada click click click.
Increible.
Nadie más.
Nada más.
Solo un letrero una cruz en la casa de delante que anuncia dog food y una cruz de amaros los unos a los otros.
Luego llego a un motel de algun lugar.Piscinita termocaliente e investigación en la habitación.
Es el Bottle Cacti de Elmer's Place.
Yo le llamo el botellas preciosas.
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