DÍA MUNDIAL SIN TURISMO · Densidades · Clara Nubiola

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Hoy en día existen en el calendario días mundiales para celebrarlo todo. Incluso las ausencias.
Se solapan en un día (e imagino) el día mundial de los calvos con el de los peludos y se celebran los días sin compras bebiendo alcohol y el día sin alcohol comprando a compulsión.

Por eso ayer, después de una jornada en la que me vi imperativamente obligada a pasearme por la zona comanche-turística de Barcelona, se me ocurrió proponer desde aquí EL DÍA MUNDIAL SIN TURISMO.

Si... lo se.
Vuelvo a lo de siempre y como siempre, en primavera....
Ya ven, unos vuelven por navidad y otras, por primavera.

Algunos me dirán que me mude de barrio y resuelto el problema porque alguien sabio dijo "que ojos que no ven corazón que no siente". Pues si, pero por esta regla de tres acabaré viviendo en Groenlandia y aún así, pongo en entredicho que no llegue también allí la fiebre del veo veo.

Otros me dirán. ¿Y tú? ¿Acaso tú no eres turista cuando viajas? Si. Pero tengo una capa de invisibilidad que me hace inmolesta. Toma humildad.

A lo que iba. Llevo varios días, varios años imaginándome un día mundial sin turistas.
Un día en el que ser turista estuviera prohibido y las ciudades pudieran recuperar su ritmo natural.
(¿Que diablos querrá decir esta con natural?).

Caminar en línea recta por las Ramblas.
Disfrutar de la ausencia de los me subo en una bici por primera vez porque mola Barcelona y voy y te mato.
Ir al museo Picasso y no lidiar con piernas gamba.
Pasear de noche y la ciudad vacía.
Recuperar bares de antaño que, por clásicos, mutaron a zoológico.
Extender la toalla en una playa en la que la arena sea algo visible.
Y visitar la Sagrada Familia! ese templo sagrado y lugar de peregrinación del turista sufrido que dice cola va, cola viene y volvemos a empezar porque yo soy peregrino, porque yo soy mártir.

¿Que densidad tendría la ciudad si durante 24 horas no hubiera turistas? y.....
¿Que densidad turística es capaz de asumir una ciudad?

Esta segunda pregunta me intriga.
De la misma manera que los bares tienen un aforo limitado o que los índices de contaminación de una ciudad deben no superar ciertos límites me imagino que debe haber un estudio -hoy que hay estudios para todo- que diga cual es el índice de salubridad máxima en términos de turismo aceptable. ¿Lo hay?

Si lo hay, ruego me lo hagan saber.

Escuché hace unos años una entrevista a Joan Gaspar ex-algo del Barça y empresario hotelero entre otras muchas cosas más....

El hombre lo tenía clarísimo.
El problema no es que en Barcelona haya demasiados turistas.
El problema es que están demasiado concentrados.
El problema tiene fácil solución...

Hay que abrir nuevos hoteles en nuevos barrios. Diversificar la oferta. Extender al turista por toda Barcelona.
Así, cabrán muchos más.

Chapeau, hermoso.
Y te quedaste tan pancho.

Aquí es donde las mentes prácticas y economicistas sacan a relucir su siempre ley de la línea recta y dicen.
¿Pues porque no? Es buena idea.
Y yo me revuelvo y diga lo que diga me dicen...
"Eres una romántica. Hay que ser más práctico. Tampoco es para tanto".

Y yo que creo que es para tanto y más.
Las ciudades mutan ante el turismo.

Ayer  - como ya dije- saqué a pasear a mis piernas por la zona Colón, Maremagnum y Port Vell.
Está bien. Aceptaría a esa densidad si me dijeran que hoy juega el Barça, que hay una manifestación de turistas pro-gofres en el puerto o que cien cruceros han venido a celebrar que nuestro puerto es mega-guay.
Pero es que esa densidad es cada santo día del casi completo santo año.

Cientos y más cientos de turistas luchando por el aparta esta foto es mía, sonríe, tú no que no eres mi amigo, quieta paloma que soy artista del flash flash y quita bicho que sales en mi foto.

No. No tengo envidia de que ellos trilola y yo no.
Es la densidad cotidiana lo que me enferma.
La pérdida de espacios que fueron diseñados para otra densidad (o eso creo yo, lo acepto).

Ahora es el momento del texto en que me paro y respiro.

Lo se. Son tiempos de crisis y nos viene la tía a hablarnos de erradicación del turismo.... Clara! Que el turista nos da de comer.

Si, si... como el ladrillo. Que nos dió de comer, luego nos dijo vomita que esto no es tuyo y luego nos dijo vuelvetelo a comer...
Me callo.

¿QUE TAL EL 26 DE MAYO COMO NUEVO DÍA MUNDIAL SIN TURISMO?
Organismos del mundo, escuchadme.
Por favor.
Ahora de rodillas. Por favor.


2 comentarios:

  1. Jajajajajaja! Buenísimo, Clara!

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  2. Ernest K. Spencer anuncia su primera visita a las playas de barcelona (al final las hicieron, ¿no?)durante la celebración del próximo día mundial sin turismo.
    Ernest K Spencer tiene miedo de ser confundido con un turista ese día y ser tomateado por los lugareños. Tal vez no asista al evento como lugareño sino como turista en busca de lugareños, pero dicho evento quitaría el sentido a la fecha señalada.
    Ernest K. Spencer está confundido (otra vez) y asistirá a la nevera a comentarlo con su compañero de piso, el yogurt de fresa.

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