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Estuve en Logroño, como conté por aquí por allí.
Me invitaron desde el festival Lo Visual.
Invitaron a 20 "equipos creadores" (como ellos lo llaman y que bien que suena) a intervenir 20 fachadas de 20 comercios de la ciudad.
A mi me explicaron que me había tocado la tienda de lencería y moda íntima Anayvi, situada en la Gran Vía.
Y tan contenta porque cuando escuché íntimo, pensé en lo público.
Y tan contenta porque cuando escuché íntimo, pensé en lo público.
Y así pensé también en lo interior y lo exterior, en la relación entre espacio público y privado.
Y me dije que si había que hacer algo, tenía que ser jugando con ello.
La calle me gusta.
Y romper con sus ritmos, también.
Me dije que lo importante sería ESTAR.
Dos días. Dibujando. En la calle.
¿Dibujando el que?
Dibujando Logroño.
Para romper y crear ritmos.
Dibujo y dibujante.
"Hola que haces?"
"Oye niña y no tienes frío aquí, dibujando en la calle. Suerte del solecito".
"Mira, mamá, mirá ese es el señor del caballo de allá"
"¿Eres dibujante?. Mira no querrías venir a dibujar la habitación de mi hijo?".
El nuevo elemento urbano (leáse dibujo y persona) cambian los ritmos.
Explica orgullosa Ana, la propietaria de la tienda, lo que hago.
Se paran las viejitas y reconocen los lugares. Foto, foto.
Viene el borracho y me cuenta, que él, también dibujaba.
Esto es, la calle de Logroño.
Yo volví a casa.
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Además y no me cansaré de decirlo.
Maravilla la organización, el grupillo humano, las formas, las gracias, el ole.
Que mal explicado y poco profesional!!
ResponderEliminarSi. Y me encanta que así sea . Buenos días
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